El 1 de marzo de 2008 el Madrid antifascista (verdadero y único Madrid) se levantó una vez más tomando las calles para denunciar la persecución y la impunidad con la que los distintos órganos de represión del estado atacan de forma sistemática e indiscriminada a la voz popular y en especial a los movimientos de izquierdas que ahora y siempre resisten.
La falsa transición española, su monarquía a dedo impuesta por el dictador, su incongruente constitución y la manipulación de la historia, de sus pueblos y de sus gentes son palpables más que nunca en el siglo XXI.
Al no depurar los cargos públicos, políticos-judiciales, militares y policiales; el fascismo español se ha mantenido en el poder utilizando una parafernalia de siglas y de discursos dirigidos a aborregar y/o someter a la población. El entramado de corrupción fascista coloca a los medios de comunicación a su servicio y éstos son los encargados de demonizar cualquier movimiento, cualquier voz que se alce, les mire y les señale.
Desde que Madrid fuera ejemplo de lucha antifascista para el mundo, el fascismo decide vengarse y trata de borrar la identidad de un pueblo que siempre desafió a la tiranía y que siempre amó y luchó por la libertad.
Las consecuencias se ven hoy en la dificultad que existe para movilizarse como en otros lares del reino sucede, el manto de silencio impuesto y ese organigrama de seguridad ciudadana que atenta contra la libertad de expresión y el libre ejercicio de la política. Difícil pues es, en esta ciudad que el fascismo desea dominar aunque nunca le haya pertenecido, no solo articular sino abordar determinadas cuestiones.
El apartheid político que vive Euskal Herria alcanza cotas de represión y un recorte de libertades tan elevado que lejos de solucionar un conflicto, agrava la situación.
La violencia del estado no es un secreto, es un silencio. Un agónico silencio que desgarra el corazón de aquellos que sufren directamente la ejecución ordenada por el sistema.
La persecución, la tortura y la ilegalización traspasan los límites y las fronteras y aunque los medios de comunicación manipulan, el propio estado no puede ocultar ya el verdadero estado de excepción que padece la ciudadanía vasca.
La empatía del pueblo madrileño, la solidaridad mostrada con aquellos que sufren y padecen la opresión del fascismo, es el más vivo ejemplo de resistencia e internacionalismo. Un ejemplo de dignidad y de lucha que al tiempo que llena de orgullo a los que en esta histórica ciudad antifascista vivimos, acongoja al estado de la sinrazón que nos gobierna.
No es la primera vez, ni será la última que Madrid levanta su voz contra el fascismo institucional pero lo vivido, lo sentido en las calles este fin de semana donde distintas sensibilidades se pronunciaron al unísono marchando juntos y desafiando juntos unidos por una causa común, no solo nos puso los pelos de punta sino que nos llena de júbilo, de ilusión y de esperanza.
No fue esta una manifestación fácil de llevar a cabo, ni es algo que suceda por casualidad, es el fruto de la constancia, del esfuerzo, de la voluntad y del compromiso diario que demuestran nuestros compañeros en Madrid. Hasta el día anterior trataron de ilegalizar el derecho a la libertad de expresión, no lo consiguieron, la exagerada presencia de dotaciones antidisturbios rodeaba a los cientos de manifestantes y las calles adyacentes al lugar de la convocatoria. También generaban una atmósfera de tensión y peligrosidad al conjunto de ciudadanos que sentirían sin saber por qué la angustia y el miedo que pretenden transmitir. Minutos antes de arrancar la manifestación los mandos policiales se acercaron para intimidar a convocantes y congregados haciendo alusión a cuatro o cinco gilipolleces, buscando ilegalidades que no existen ni en su ley con la única intención, se intuye, de provocar altercados y disturbios. La actitud provocadora y chulesca es algo habitual en la policía española, pero la estupidez y la sinrazón que espetaron los agentes pone de manifiesto la ineptitud y la imbecilidad que rige el cuerpo, sobre todo últimamente. La firmeza, la determinación y la capacidad intelectual unido al apoyo unánime hicieron posible que la manifestación saliera adelante. Fracasaron pues y no pudieron echar atrás el derecho a la libertad de expresión.
El saber estar y la convicción de todos los asistentes permitió que la jornada transcurriera sin incidentes.
La gran asistencia de medios que campaban a sus anchas entre la multitud haciendo fotos, grabando con sus cámaras a los manifestantes y demás, preveía una repercusión en la prensa y televisión nacional. No hubo noticia, esto es típico en Madrid.
Durante la marcha se pidió la libertad de los pres@s polític@ en castellano y en euskera, se recordó al compañero Carlos dejando bien claro que ni olvidamos ni perdonamos, se pidió el diálogo para solucionar el conflicto, el derecho a la autodeterminación, la derogación de la ley de partidos y se cuestionó quién quiere y quién no quiere la paz:
¡A cuantos más vais a ilegalizar!
¡PP PSOE no quieren la paz!
¡No estamos tod@s, faltan l@s pres@s!
¡Carlos hermano, nosotros no olvidamos!
¡Presoak kalera, amnistía osoa!
¡Vosotros fascistas, sois los terroristas!
¡Ilegalizar al partido popular, democracia nacional!
¡La solución, autodeterminación!
¡Aquí se tortura como en la dictadura!
¡Estado español, cárcel de pueblos!
Agradecer a todos lo colectivos que apoyaron la convocatoria haciendo posible llevar a las calles de nuestra ciudad una realidad que late en nuestro corazón. A todos los que se sumaron desde el principio a la manifestación, a aquellos que no pudieron llegar pero sabemos que están ahí. También queremos hacer una mención a aquell@s, personalidades concretas y determinadas que hicieron un "gran esfuerzo" para llegar a tiempo de salir en la foto.
Muchos son los actos y las convocatorias en Madrid a lo largo del año para tratar de impulsar una conciencia de lucha que sirva para devolver a los pueblos del estado su querida y amada libertad.
Desde el Comité de Solidaridad con Euskal Herria de Madrid no nos cansaremos de agradecer la voluntad, los gestos y la acción permanente de aquellos que se levantan una y otra vez golpeando a este estado fascista que con persecución, secuestro y tortura pretende neutralizar el avance hacia la libertad y la independencia de los pueblos.
Gracias a los compañeros de: Asamblea contra la Globalización Capitalista y la Guerra; Castilla Republicana ; Centro Social Octubre; Colectivo ciudad lineal por la III República; Comunistas 3; Coordinadora Antifascista de Madrid; Corriente Roja; CSOA La Traba; Izquierda Castellana; Juventudes Castellanas Revolucionarias; PCPE; Plataforma por la paz, los derechos, el dialogo y la negociación; Sare Antifaxista ; Yesca; 13 Rosas., así como al resto de compañeros de otros colectivos, ciudadanos que se fueron sumando, compañeros que vinieron de otras tierras, a los que vinieron desde la manifestación por una vivienda digna para apoyarnos en nuestra llegada a sol y sobre todo a todos los que puño alzado, con valentía, coraje y rabia hacen de Madrid día a día esa gran ciudad al grito de ¡NO PASARÁN!
Eskerrik Asko Madrid.
En Madrid, Castilla, a 3 de marzo de 2008
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