- El veterano de la Guerra Civil fue el único comandante no herido en batalla
- Luchó con los voluntarios estadounidenses en las batallas de Brunete, Teruel y Ebro
Milton Wolff y Ernest Hemingway. Ambos combatieron por la República en una guerra que sería el preludio del mayor enfrentamiento ideológico de la historia.
Retratado por el escritor estadounidense en 'Por quién doblan las campañas', Wolff fue descrito por Hemingway como un joven de 23 años "tan alto como Lincoln" y "tan bravo y buen soldado como quienes comandaron los batallones en Gettysburg".
El último comandante de las fuerzas de EEUU que combatieron en la Guerra Civil española ha muerto de un ataque al corazón en Berkeley, California, a los 92 años de edad, según ha informado Archivos de la Brigada Abraham Lincoln (ALBA), la asociación de los veteranos de esta brigada que aún conserva y homenajea la memoria de aquellos estadounidenses que dieron su vida por un ideal en una guerra entre españoles.
Nacido el 7 de octubre de 1915 en Nueva York, Wolff tenía sólo 21 años y era miembro de la Joven Liga Comunista de Estados Unidos cuando zarpó hacia España como integrante de las Brigadas internacionales, uno de los 3.000 estadounidenses que combatieron en España.
Al año siguiente Wolff fue nombrado noveno comandante tras haber entrado en acción en los campos de batalla de Brunete (julio de 1937), Teruel (enero de 1938) y Ebro (julio-noviembre de 1938).
Su valor y carisma fueron sus mejores armas, según ALBA. Unos 900 de sus compañeros murieron abatidos durante la Guerra Civil, y hoy en día solo quedan vivos unos 40.
Wolff luchó durante toda su vida contra los movimientos fascistas y tras la Guerra Civil española colaboró con los servicios británicos en la Segunda Guerra Mundial, aunque después fue perseguido por los anticomunistas en su país. No obstante, el veterano soldado participó activamente en las protestas contra la guerra de Vietnam.
El soldado estuvo hace seis años en Barcelona para dar una conferencia, donde aseguró que su lucha en España fue "voluntaria y personal, desafiando las leyes de su país y arriesgándose a perder la nacionalidad estadounidense ".
Wolff, que escribió varios libros sobre sus experiencias y las de otros voluntarios para derrotar al fascismo en España y toda Europa, estaba casado y tenía dos hijos, cuatro nietos y nueve biznietos.
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