miércoles, 5 de diciembre de 2007

Comunicado de valoración de la manifestación antifascista del 24 de noviembre

Comunicado de valoración de la manifestación antifascista del 24 de noviembre

x Coordinadora Antifascista de Madrid

Es necesario sentarse a reflexionar sobre todos los acontecimientos ocurridos recientemente, en especial sobre la movilización del 24 de noviembre, que puso al descubierto los verdaderos intereses y motivaciones políticas del PSOE y la Delegación del Gobierno, pero que también sirvió para hacernos sentir la potencia del movimiento popular antifascista.

Tras el asesinato del compañero antifascista Carlos Javier Palomino "Pollo", a manos de un militar simpatizante de la organización de ultraderecha Democracia Nacional, las movilizaciones de repulsa a la violencia fascista y en solidaridad con las víctimas se han venido sucediendo no sólo en los pueblos y barrios de Madrid, sino por toda la geografía del Estado español. Han sido muchas las muestras de solidaridad realizadas a lo largo y ancho del Estado con su familia, allegados y con el antifascismo madrileño. En la práctica totalidad de ciudades del Estado se han organizado concentraciones, manifestaciones y otras convocatorias, a pesar de la presión policial, que se agudiza con intensidad contra los antifascistas, y a pesar del bloqueo mediático, que ha manipulado y tergiversado los hechos acecidos a su antojo. Por todo ello, queremos agradecer su inestimable apoyo a todas las coordinadoras, plataformas o colectivos antifascistas que han sido participes de esta lucha, que aún no ha terminado, y a todos y todas los que han asistido a las diversas movilizaciones convocadas. De la misma manera, queremos enviar un especial saludo a las organizaciones antifascistas que han mostrado su solidaridad desde otros países, como Londres, Alemania o la República Checa.

Es para nosotros y nosotras un imperativo moral el solidarizarnos con todas las víctimas de la represión de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que se ha desatado con especial virulencia contra el movimiento antifascista organizado de varias ciudades. Ejemplos de ello son los siete detenidos en una manifestación de solidaridad en Barcelona, los cuatro detenidos en la manifestación del veinte de noviembre en Granada y un detenido en la manifestación en Almería. A todos ellos se les imputan diversos cargos como resistencia, desobediencia y atentado contra la autoridad y/o desorden público. De nuevo, queda patente la complicidad del Estado con los grupos y organizaciones nazi-fascistas que se pasean impunemente por nuestras ciudades mientras los militantes antifascistas son duramente reprimidos por mostrar su fraternal solidaridad por la muerte de un compañero. Desde aquí exigimos la inmediata exoneración de todos los cargos aquí expuestos.

Tampoco podemos dejar de apoyar y desear una pronta recuperación al compañero Carlos G., apuñalado el día veintidós de noviembre en la ciudad de Cáceres por un individuo integrante de grupos nazi-fascistas, que se encuentra detenido.

A pesar de la intensa campaña mediática criminalizadora, de las trabas y zancadillas jurídicas y legales, a pesar incluso del despliegue represivo policial, el pasado sábado 24 de noviembre el movimiento popular antifascista consiguió concentrarse en Legazpi para colocar una placa conmemorativa en homenaje al compañero Carlos. Todas las muestras de solidaridad de las que hemos hablado, las ganas, el esfuerzo, el compromiso, pero sobretodo, la organización y la experiencia acumulada de días y años de lucha permitieron esa victoria.

Una de esas muestras de solidaridad con Carlos, con sus familiares y amig@s, así como con Alex y el resto de compañer@s agredid@s y detenid@s el pasado 11 de noviembre en Usera, iba a ser sin duda la tradicional manifestación que viene convocando la Coordinadora Antifascista de Madrid desde hace 18 años en torno a la fecha del 20N. La Delegación del Gobierno puso todo su empeño en tratar de impedir que dicha manifestación se celebrara.

Y es hora de tratar de analizar el por qué, visibilizar que tras el empeño de criminalización, de impedir que nos manifestásemos, de convertirnos en sinónimos de disturbios, lo que se pretendía era deslegitimar la respuesta social antifascista organizada que existe en Madrid desde hace años, impedir que esta respuesta social, que además ahora iba a tener tan buena acogida, se mostrase con fortaleza y ligada a otros contenidos políticos en los que la Coordinadora Antifascista también viene trabajando : denuncia del sistema capitalista, de la falsa transición, rechazo a la monarquía, solidaridad con los presos políticos, defensa del derecho de autodeterminación...

A finales de octubre, la Coordinadora Antifascista de Madrid solicitó a Delegación del Gobierno la autorización para la celebración de la manifestación del 20N, bajo el lema “Madrid antifascista, anticapitalista, antirracista”. La Delegación aprobó dicha solicitud, si bien el recorrido preferente propuesto (Cibeles-Sol) se tuvo que modificar por uno alternativo (Atocha-Jacinto Benavente-Sol).

Junto a la autorización para la manifestación se concertó una cita para una reunión entre la Coordinadora Antifascista y la Delegación del Gobierno.

Los trágicos acontecimientos del 11 de noviembre así como la inmediata y contundente respuesta popular, plantearon un escenario completamente diferente, ante el cual la Delegación del Gobierno decidía denegar la solicitud previamente autorizada y cancelaba unilateralmente la reunión previamente acordada con la Coordinadora Antifascista de Madrid.

La Coordinadora Antifascista reaccionó y el 15 de noviembre presentó una nueva solicitud de manifestación, por procedimiento de urgencia, bajo el lema “En homenaje a Carlos”. El día siguiente, el 16 de noviembre, la Delegación del Gobierno denegaba esta nueva solicitud.

Ambas solicitudes fueron recurridas ante el Tribunal Superior de Justicia en un intento de que los recursos fuesen estimados y la manifestación pudiera celebrarse de manera autorizada, tal y como sucedió con la marcha del Frente Nacional, denegada en primera instancia por la Delegación del Gobierno y posteriormente autorizada por el Tribunal Superior de Justicia.

En este contexto, la Coordinadora Antifascista decidió hacer público en rueda de prensa un comunicado en el que se hacía un llamamiento público a la Delegación del Gobierno para que reconsiderara la decisión tomada, a la vez que se convocaba a todo el movimiento popular antifascista y antirracista para el sábado 24 de noviembre, a las 17h, desde Atocha a Legazpi.

A pesar de su rechazo inicial, la reunión con la Delegación del Gobierno tuvo lugar el viernes 23. En dicha reunión, la Delegada comentó que haría la vista gorda ante una concentración en la Plaza de Atocha, en un último intento de engañar y confundir a l@s organizadores.

Por su parte, los movimientos de la Coordinadora Antifascista de Madrid pretendían alcanzar dos objetivos estrechamente relacionados: en primer lugar, era fundamental conseguir que la manifestación fuese autorizada, ya que las previsiones hacían esperar una participación masiva. Y, por otro lado, había que conseguir visualizar que el movimiento antifascista deseaba que la movilización del 24N se realizara con plena normalidad, ya que las razones formalmente esgrimidas desde la Delegación apuntaban a la “previsión de incidentes” como el motivo para ilegalizar dicha convocatoria. Era necesario desenmascarar a la Delegación del Gobierno: si lo que verdaderamente se pretendía era evitar cualquier tipo de incidentes, ello debía pasar inevitablemente por la legalización y autorización de la manifestación en homenaje a Carlos.

Quedaban de esta manera al descubierto las auténticas intenciones de la Delegación del Gobierno al ilegalizar la manifestación del 24N: impedir la visualización de la gran capacidad de movilización del movimiento antifascista en Madrid y la amplísima respuesta de solidaridad ante el asesinato de Carlos.

La Coordinadora Antifascista de Madrid ya hizo pública su denuncia ante la terrible irresponsabilidad cometida por parte de la Delegación del Gobierno al legalizar y permitir la manifestación racista y xenófoba del 11 de noviembre en Usera a la que acudía el asesino de Carlos armado con un machete. También denunciamos que era imposible de entender que los derechos que se habían garantizado entonces para los asesinos de Carlos les fuesen denegados ahora a quienes pretendían honrar y homenajear a la víctima. Y advertimos públicamente que dicha decisión por parte de Delegación del Gobierno no iba a ser compartida por miles de personas, que saldrían a la calle por encima de la legalidad y de cualquier traba o impedimento para recordar y homenajear al compañero Carlos. Y así ocurrió.

Cerca de 2.000 personas asistimos a la colocación de la placa en memoria de Carlos Javier Palomino, un acto ilegal según Delegación de Gobierno, pero absolutamente necesario y legítimo según el movimiento popular. Y hubieran sido muchas más, estamos convencid@s de ello, si como mínimo se nos hubieran dado las mismas facilidades y garantías que a las convocatorias permitidas a la extrema derecha.

Un militar fascista nos robó la vida de Carlos, eso ya no lo podemos cambiar. Pero como señala la placa colocada en el número 132 de la calle Delicias, el mejor homenaje a Carlos es continuar la lucha. Y para continuar la lucha es necesario sentarse a reflexionar sobre todos los acontecimientos ocurridos recientemente, en especial sobre la movilización del 24 de noviembre, que puso al descubierto los verdaderos intereses y motivaciones políticas del PSOE y la Delegación del Gobierno, pero que también sirvió para hacernos sentir la potencia del movimiento popular antifascista: la determinación y el coraje que se vieron y se sintieron el pasado sábado en las calles de Madrid son sin duda el mejor de los homenajes imaginables a todas y cada una de las víctimas causadas por el terror fascista.

Madrid, 4 de diciembre de 2007

COORDINADORA ANTIFASCISTA DE MADRID

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