martes, 20 de abril de 2010

La lucha por la independencia de EH

Un artículo del escritor Juan Mari Eskubi, en exclusiva para inSurGente).- Para algunos abertzales parece como si el escenario socio-político y económico de Euskal Herria se estuviese hundiendo bajo sus pies, y no les falta razón. Los estados español y francés, financieros, empresarios, políticos, jueces, gobernantes, oposición, obispos, militares y paramilitares, galosos, policías verdes, azules, rojos, negros... y la “Brunete mediática”, han unido sus poderes e influencias para ocultar la existencia de la Nación Vasca e impedirnos, por la fuerza, decidir y acceder a la independencia. El Estado español, gobernado -y reinado- por "demócratas de toda la vida", conserva intactas sus ínfulas imperialistas y avasalla a las naciones que mantiene bajo su yugo, reprimiendo a los que luchan por liberarse con leyes y juzgados ad hoc, guerra sucia, con torturas y cadenas perpetuas, amañando juicios, clausurando medios de comunicación y condenando a sus responsables, implantando estados de excepción, ilegalizando partidos, con pucherazos electorales, encarcelando a líderes políticos y a sus abogados por defender la negociación, dispersando y alejando a presas y presos políticos vascos... Lo llaman "democracia".


En asuntos sociales y económicos, la presunta izquierda socialista y el sindicalismo esquirol se hallan en franca involución, traicionando promesas y compromisos históricos que juraron defender. Persiguen los mismos objetivos que la derecha más extrema e intolerante, negándose a repartir la plusvalía con los trabajadores que la producen, privatizando los servicios sociales capaces de generar beneficio económico, subordinando la justicia y persiguiendo la disidencia, ignorando las demandas de los que carecen de trabajo, de vivienda y de otros servicios sociales, aprobando pensiones de jubilación y viudedad por debajo del umbral de pobreza... Y todo por culpa del insaciable neoliberalismo globalizado al que sirven, que expolia a los pobres para enriquecer a los ricos, a los que transfieren ingentes fondos del erario a través de obras de infraestructuras, algunas injustificables y rechazadas por plataformas populares... acusadas de terroristas. Los empresarios, además de pagar menos impuestos que los trabajadores, defraudan al fisco miles de millones de euros. “No falta riqueza, sobran ladrones”. Lo llaman "democracia".


Prestigiosos antropólogos aseguran que el Pueblo Vasco reside “a ambos lados del Pirineo Occidental”desde hace más de diez mil años. Los poderes amparados en la entelequia Hispania (o España) siempre han tratado, con ejércitos y leyes, de expulsarnos de estos lares, combatiéndonos desde comienzos de la Era Cristiana, primero con los monarcas visigodos, más tarde con los castellanos, ayudados por el duque de Alba, luego por los generales Maroto y Espartero que se abrazaron en Bergara en 1839, en 1936 con la sublevación genocida de Franco, después con su dictadura, y ahora, con el unionismo neofascista español, útero emponzoñado del que brotan leyes, tribunales especiales, sentencias judiciales, "legales" pero no legítimas, con crímenes de estado... En la defensa de la sagrada unidad del imperio hispano participa con pasión la influyente Iglesia católica, que siglos antes de que la Conferencia Episcopal condenara por inmorales nuestros anhelos soberanistas, ya intervenía en la lucha por mantener el imperio hispano, abrasando en las hogueras de la Inquisición a los rebeldes, compañeros de patíbulo de los que rechazaban los dogmas católicos... La Iglesia aún no ha logrado desprenderse del olor a carne chamuscada... “Los dioses son los auxiliares más valiosos de los reyes”.


Es cierto que semejante cúmulo de injusticias, al que llaman “democracia”, produce en algunas personas un profundo fatalismo. Pero no todo han sido derrotas, el Pueblo Vasco ha protagonizado triunfos que no podemos tirar por la borda. Gracias a los conseguidos por las generaciones precedentes -además de por la actual-, hoy estamos más cerca que nunca de nuestra liberación. “Las únicas batallas que se pierden son las que se abandonan”. Sólo luchando alcanzaremos la Independencia y la Democracia. Los enemigos de Euskal Herria intentan impedirlo a toda costa, animando a que se delate al familiar, al amigo, al vecino antifascista y, como en el “1984” de Orwell y en la dictadura, manipulando la Historia y la enseñanza para que nuestros jóvenes estudiantes, en los que reside el futuro, ignoren la sanguinaria Cruzada de 1936 protagonizada por Franco bajo el palio del nacionalcatolicismo... “Caudillo de España por la gracia de Dios”, y los delitos cometidos contra la Humanidad que permanecen impunes... Lo llaman "democracia".


Las instituciones que hoy gobiernan -y reinan- en el Estado español proceden de aquel levantamiento asesino. Su “legitimidad” fue confirmada en una transición fraudulenta que controlaron los espadones franquistas de las divisiones acorazadas. En el 23 de febrero de 1981, las altas instancias militares dieron un nuevo golpe de estado que redujo aún más las mezquinas competencias autonomistas reconocidas en la Constitución de 1978, rechazada en Hegoalde... De aquellos polvos estos lodos.


Estas actuaciones de dominio colonial tienen un pasado perverso, pero carecen de futuro porque los déspotas son incapaces de acabar con las ansias de Libertad de los pueblos conscientes de las cadenas que les oprimen. La Historia demuestra que el anhelo liberador crece y se fortalece en progresión constante. Los estados español y francés combaten a los independentistas vascos con la única razón que poseen, la de la fuerza, mientras que nosotros utilizamos para defendernos una fuerza mucho más poderosa, la de la Razón. Nos causarán mucho sufrimiento, pero fracasarán en Euskal Herria como antaño en las colonias... aunque también aquí y ahora cuenten, como allí entonces, con colaboracionistas nativos, que prefieren permanecer integrados “cómodamente” en el Estado español a asumir los "riesgos" de la Independencia.


Los vascos no estamos solos en esta lucha, existen otros pueblos que como Euskal Herria caminan hacia la Libertad, aspirando hacer añicos los grilletes imperialistas: sahaurís, palestinos, catalanes, gallegos, corsos, bretones, canacos, kurdos, norirlandeses, escoceses, chiapanecos, portorriqueños, mapuches, inuits... que forman la vanguardia de las fuerzas populares que salvarán a la Humanidad del desastre, sustituyendo el régimen neoliberal imperialista, depredador de derechos nacionales, sociales, causante de hambrunas, del envenenamiento del medio ambiente, poseedor de miles de armas de destrucción masiva... por un sistema social, económico y político, justo y sostenible.


Aurrera!

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