El pasado domingo 1 de junio Madrid Antifascista convocó una concentración en la Puerta del Sol. A la misma hora el grupo de ultraderecha Democracia Nacional Joven había convocado una manifestación desde Cibeles a Sol bajo el lema ‘Vivienda Social. Prioridad Nacional”. En un patético intento por llamar la atención aprovechando el tirón de las movilizaciones por la vivienda digna, incluso copiando sus lemas y logotipo, entre 50 y 100 neofascistas salieron a la calle fuertemente escoltados por la policía que tanto critican. Sus consignas tratan de dividir a la clase trabajadora en función de su procedencia haciendo el juego a políticos y empresarios, demostrando lo útiles que le son al sistema. El problema de la vivienda está causado por un sistema capitalista que antepone los beneficios de unos pocos a las necesidades de los trabajadores y la de dividir a estxs sólo va a reforzar el sistema. La solución al problema de la vivienda pasa por reforzar la solidaridad entre la clase trabajadora, de aquí o de fuera, y por imponer nuestras necesidades al capital.
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Si permitimos que estos grupos se manifiesten tranquilamente hoy, alentando la xenofobia y el racismo estaremos dándoles la oportunidad de que crezcan, de que consigan engañar a lxs trabajadorxs más afectadxs por la crisis que se avecina. Hoy son pocos y tenemos que aprovecharlo, saliendo a la calle a impedirles que extiendan su mensaje tranquilamente, impidiendo que mañana sean más o que su mensaje cale en una sociedad desesperada y arrasada por el capitalismo. Y lo estamos consiguiendo, sus manifestaciones son ridículas, nuestra presión les obliga a ir completamente rodeados de policía y hasta su propia gente tiene miedo de acudir. Sus convocatorias no pueden publicitarse hasta escasos días antes por miedo a nuestra respuesta. No pueden tener locales abiertos al público, ni poner puestos publicitarios en plena calle. Los informativos solo muestran su debilidad y su marginalidad. Este es el camino para frenar a estas organizaciones. Aún así tenemos que hacer una fuerte autocrítica colectiva. El pasado domingo nos concentramos unas 200 personas en la Puerta del Sol, el despliegue policial era enorme y al poco tiempo de concentrarnos y desplegar nuestras pancartas la policía cargó contra nosotrxs sin mediar palabra. Entendemos que la reacción de los antidisturbios, que sólo cumplen órdenes de Delegación del Gobierno, responde a una determinada correlación de fuerzas. Si en vez de haber sido 200 hubiésemos sido 1000 o 2000 personas, Delegación seguramente hubiese preferido desviar el recorrido de la manifestación ultraderechista o bien impedir su desarrollo antes que enfrentarse a graves incidentes por el centro de Madrid. Al ser pocxs, no tuvieron ningún problema en disolver rápida y brutalmente la concentración antifascista, a pesar de que esto pudiese producir algunos incidentes. El crecimiento de los grupos ultraderechistas es algo que nos afecta a todos en cuanto que somos trabajadorxs, pero se supone que dentro del movimiento anticapitalista deberíamos tener esto más claro. Que un domingo por la mañana sólo se concentren 200 personas para impedir una manifestación ultraderechista es otro síntoma más de que algo falla en este movimiento, que parece basarse más en la estética, lo lúdico y la pose que en unos planteamientos políticos claros y una voluntad real de cambiar las cosas. Tras lo ocurrido en Tirso de Molina todxs nos sentimos orgullosxs de haber hecho frente a la provocación nazi en uno de nuestros lugares más emblemáticos, pero ni se puede vivir del pasado ni tampoco podemos limitarnos a defender “nuestros” sitios. La presión contra los grupos fascistas debe ser continua y debe aplicarse allá donde vayan, obligándoles a esconderles/se y a seguir en la marginalidad.
No hay mucho nuevo que señalar en la actuación de la policía y Delegación del gobierno. Si nos reprimieron fue por la desigual correlación de fuerzas que se planteó el domingo en Sol. En la democracia burguesa de derechos formales y libertades abstractas, los grupos nazis como Nación y Revolución y los grupos neofascistas como Democracia Nacional tienen todo el derecho a manifestarse defendiendo el exterminio de seis millones de personas o que un sector creciente de la clase trabajadora no tenga acceso a la vivienda. La policía está para que puedan ejercer esos derechos y la ley les ampara. Nosotrxs no entramos en cuestiones de legalidad o ilegalidad, simplemente no podemos permitir que estos grupos se manifiesten impunemente, difundiendo su mensaje. La única novedad destacable es la petición a lxs detenidxs del delito contra los derechos fundamentales de reunión y manifestación. “Causalmente” DN había pedido a la policía que identificase a los convocantes de la concentración para poder denunciarles. Tanto lo uno como lo otro muestra que nuestra presión está haciendo efecto, que estamos en el camino correcto. DN exige mayor dureza porque ve como apenas puede actuar y se asfixia políticamente. Delegación de Gobierno y el Tribunal Superior de Justicia intensifican la represión para defender los derechos de lxs nazis y para evitar los enfrentamientos que necesariamente se producirán mientras estos grupos sigan existiendo y actuando públicamente. La represión no se puede evitar pero se puede minimizar, tratando de esquivar sus golpes y reforzando nuestra defensa a través de la seguridad, la solidaridad y el apoyo mutuo.
Una vez más vemos como las empresas de la comunicación burguesas siguen los patrones marcados por el sistema capitalista, buscando el sensacionalismo y la criminalización. Intentan vaciar el contenido de nuestras convocatorias tachándonos de “ultras”, “radicales” y “antisistema” pero esto no nos preocupa, nuestro camino va por otro lado y esta actitud sólo demuestra quien maneja y al servición de quien están los grupos de comunicación de masas que una vez más nos demostraron que no son capaces de decir dos palabras sin soltar una mentira. El domingo los antidisturbios cargaron brutalmente en la puerta del Sol, hiriendo a varixs compañerxs, lanzaron pelotas de goma en una calle Preciados y Gran vía llena de gente a esas horas, golpearon hasta cansarse a uno de lxs detenidxs.
Llamamos a todxs aquellxs que se consideran antifascistas a la reflexión sobre la problemática social que nos plantean este tipo de grupos nazis y la permisividad con la que se le deja actuar.
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